Henry Jekyll nació en Londres un 13 de Diciembre de 1835. Siempre fue un chico alto y delgado, con una mirada profunda y de ojos negros. Era muy inteligente y tenía unas brillantes dotes para un futuro más brillante aún. También era un tipo alegre y nervioso.
No tuvo hermanos y sus padres eran unos respetados médicos de esa época. Gracias a ello, Angelica y Martín tuvieron mucho más tiempo para su hijo, para educarle y hacer de él un hombre de provecho. Pero esto no resultó ser así, cuando Henry tenía tan solo nueve años su madre entró en una enfermedad que la llevó a la muerte dos años después
Esta familia tenía una gran herencia en sus manos, que serviría para pagarle un buen colegio a Henry y darle todo lo que quisiera y más, pero él no era así. La muerte de su madre hizo que Henry madurara mucho antes que sus demás amigos. A el chico le entusiasmaba mucho la ciencia.
Fue creciendo pero nunca tuvo ninguna novia, él no estaba echo para eso. Cuanto más crecía más se ampliaban sus ideas sobre la vida. Ya empezaba a hacer algunos experimentos en el laboratorio de su padre.
A los dieciocho se fue de casa a estudiar a una prestigiosa universidad. Sacó la carrera sin problemas debido a su inteligencia y a su inclinación por el trabajo.
Tuvo una vida lo suficientemente cómoda, una gran casa, empleados que trabajaban en ella, buenos amigos, se dedicaba a lo que le gustaba, en fin, todo lo que cualquier persona quisiera tener, y él lo tuvo debido al enorme esfuerzo que hizo de pequeño.
Murió en 1889 debido a uno de sus experimentos y se le recuerda como "El hombre de los dos cuerpos".
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