Josep Haley Jr. (Philadelfia, nacido el 4 de Abril de 1860) hijo del leñador Adam Haley y de su esposa Christina Cross. Siempre fue un niño ancho, aunque no por ello gordo, era de tez morena y ojos marrón miel, tenía el pelo castaño y ondulado. Su personalidad era increíble, era un ser bondadoso, con gran corazón, inteligencia y muy educado.
De pequeño, su sueño era ser un gran y respetado leñador como su padre, al que mucho apreciaba. Él quería ir al colegio, aunque pocos de sus amigos iban, pero él, sin embargo, fue un par de años, ya que sus padres tuvieron que meterle demasiado pronto a trabajar, pues no llegaba dinero a casa.
Un día, cuando venía de vuelta a casa, tras una mañana agotadora, divisó a lo lejos una extensa nube gris ceniza. No dudó en entrar a casa, antes que la tormenta llegase. Al entrar no había nadie, su padre aun trabajaba mas su madre no tenía nada que hacer, así que pensó que habría salido a hacer algunas compras, por lo que no se preocupó. La gran masa de nubes no tardó en llegar a su hogar, un fuerte viento azotó las paredes y cuando pudo darse cuenta se encontraba en el Reino de Oz.
El pequeño Josep creció entre hachas y árboles. A los 15 conoció a Martina, era huérfana, era la mujer más bella de aquel reino, tenía el pelo exageradamente largo, rubio y brillaba como el sol, con enormes y preciosos ojos verdes. Estaba a cargo de su anciana abuela, aunque no sabemos bien quién cuidaba de quien. Ambos se enamoraron y tras varios años el joven le propuso matrimonio, ella aceptó encantada, pero antes tenía que ganar el dinero suficiente para tener una vida medianamente confortable. El muchacho trabajó más duro que nunca, con muchísimo entusiasmo ya que sólo quería pasar la vida al lado de su amada Martina.
La abuela de dicha joven no tenía ninguna otra familia, Martina era la única que la cuidaba, así que no iba a dejar que aquel hombre se la llevase. Habló con una malvada y horripilante bruja para maldecir la hacha con la que Josep talaba. Como de costumbre, una mañana, se fue a trabajar y se cortó una pierna con el hacha. Fue al hojalatero y le hizo una pierna de hojalata, lo mismo le pasó con la que le quedaba y con sus dos brazos y la cabeza, al día siguiente se cortó el cuerpo por la mitad, y pasaba por allí el señor que le hizo las extremidades de hojalata y le volvió a ayudar. No había rastro de piel humana en él, era todo de aquel material. No tenía ningún órgano, y por lo tanto, tampoco tenía corazón, ni sentimientos y el amor que sentía por Martine se desvaneció.
Quedó un año inmovilizado debido a que sus articulaciones se quedaron sin aceite, hasta que una niña y un Espantapájaros le socorrieron. Se decidió a ir con ellos a buscar al Gran Oz para que le diera un gran corazón tan bondadoso como pudiera y así poder amar de nuevo a Martine.
Tras un largo camino lo consiguió, y luego fue en busca de ella. Él le explicó todo y se casaron poco tiempo después. Regresaron al país de los Guiñones y ahí reinaron juntos y felices.
Josep murió en 1956 por muerte natural y su esposa dos años después, en 1958.