Andrea Gómez.
Nació el 9 de Julio de 1957. Es huérfana y vivió primero con la familia de su padre en un pequeño pueblo y luego se trasladó a sus dieciocho años a Barcelona para estudiar la carrera de literatura. Con su familia materna nada más llegar no tiene muy buena relación. En la casa se llevaban todo el día gritándose unos a otros. Además su tía Angustias la tiene controlada para que no salga sin su permiso y se comporte como según ella debería de hacer una joven de dieciocho años en una ciudad. Andrea lo pasa muy mal, no se siente bien en casa y no tiene amigos hasta que conoce a Ena. Una compañera de clase con la que tiene muchas cosas en común. Se convierte en su mejor y única amiga con la que pasa todo el día y no para de pensar en ella nunca. Se pasa casi todo el día en casa de Ena, haciendo trabajos de la universidad, estudiando e incluso comiendo. La familia de ella acepta muy bien a Andrea en su casa. Los padres siempre la animan en muchas cosas y se portan bien con ella. Cuando la tía Angustias se va al convento y Andrea consigue su pensión, despilfarra el dinero en regalos para la familia de Ena o en tonterías por lo que a fin de mes siempre pasa hambre.
Andrea huye un poco de su casa y de su familia, por todos los problemas que tiene y por la personalidad extraña de todos sus familiares. Exceptuando a su abuela, que siempre la cuida muy bien y la protege de todos.
A Andrea le gusta mucho leer y escribir como es normal. Pero además salir y dar vueltas por las callejuelas de la ciudad. Una vez dando un paseo se encuentra a un chaval muy extraño que había conocido en una fiesta en la casa de Ena. Es el primero en darle un beso aunque ella se arrepiente de que él la bese porque le cae bastante mal. También le gusta mucho comer golosinas e ir al cine aunque pocas veces puede hacer estas cosas. Le gusta derrochar el dinero en vez de guardarlo para sus necesidades. Y sobre todo lo que más le gusta es pasar tiempo al lado de su amiga Ena.
Andrea se va a Madrid a trabajar con el padre de Ena en una empresa y allí continúa sus estudios. Al salir de su casa y poder tener una independencia total se encuentra muchísimo mejor, más aliviada y feliz. Esperaba encontrar en Madrid lo que en Barcelona no pudo
Andrea aun sigue viva a sus cincuenta y siete años y trabajando en Madrid. Casada y con dos hijos con diez años.
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