Fernando

          Fernando Álvarez Vázquez (nacido en Madrid el 4 de septiembre del 1931) no fue un hombre con mucho prestigio, que se ganó la vida como arquitecto técnico de la época. Se crió en un piso anticuado rodeado de su peculiar familia, cuyos componentes eran: su padre, Fernando, su madre, Elvira y su hermano pequeño, Manolín. Su madre le llamaba cariñosamente Fernandito.

          De pequeño, se crió en un entorno abrumador, principalmente causado por sus vecinos. Por ello, fue odiando cada vez más aquel lugar hasta llegar a aborrecerlo. Entró en la escuela a los 6 años, ya que sus padres no quisieron que fuera a parbulito. Comenzó yendo con su mejor amigo, Manolo. Este procedía también de la vivienda en el que Fernando habitaba. Sus notas no eran espectaculares, pero sobresalía en Matemáticas.

          Como era normal, a los 18 años hicieron la mili. A ambos les fue muy bien, pero sus caminos empezaban a separarse; Fernando soñaba con ser un arquitecto técnico y sin embargo, Manolo quería ser obrero. Como era habitual, fumaban siempre un cigarrillo en las escaleras del bloque. En una de esas ocaciones, hablaron de sus amores. Fernando estaba enamorado de Carmina y al parecer ella también. El único impedimento era la familia.

          Años más tardes, Fernando ya había terminado la carrera y estaba planeando su escapada con su novia. Alquilaron un piso en el centro de Madrid. Se casaron el 5 de marzo del 1959, con 28 años.

          Empezó a trabajar en una empresa de obreros y nunca les faltó el dinero. Cinco años después de casarse, tuvieron a su primer y único hijo, Felipe. Este nunca llegó a conocer a sus abuelos, ya que ni Fernando ni Carmina volvieron nunca a visitarles.

          El día 6 de abril del año 2013 murió por problemas de pulmón. Los médicos creen que esto se debía a la temprana edad a la que comenzó a fumar. Falleció rodeado de su mujer, su hijo y sus nietos.

Aquí podemos ver a Fernando con Manolo fumándose un cigarrillo en las escaleras.