Biografía de Nicolás Pertusato.

Nicolás Pertusato fue un enano italiano, que trabajo para los reyes. Nació en Alessandría de la Palla en los años 1643 o 1644 y murió en el año 1706. Su madre, María de Austria murió al darle su vida, por ello su padre, Felipe de Alcorcón le tiene una pequeña culpa. Fue criado por Marina, la mujer que le cuidó durante los 10 años que vivió en Italia.

A su corta edad de diez años, su padre le entregó a las manos de Del castillo, para llevárselo a España y trabajar para la corte real. Durante la travesía de Nicolasillo a España, conoció a Diego de Acedo, un enano al igual que él. Éste le contó el por qué se lo llevaban, y le enseñó a darse a valer a sí mismo y a que lo respetaran. Durante el largo viejo, ambos vivieron grandes momentos. Uno de ellos fue cuando Acedo, salvo a un esclavo que estaba a punto de morir por manos de sus dueños. Nicolasillo le cogió un gran cariño y respeto, que se convirtió como un padre para él.

Al llegar a España, estuvo a punto de morir, debido a la gran pena que sentía. Fue llevado inmediatamente a Madrid junto a Del Castillo, y ahí lo dejo en las manos de Francisca de Guijuelo, una mujer bondadosa con todos los niños, ya que meses antes su hijo se había muerto. Los médicos le dieron poco tiempo de vida, pero Francisca le dio tal cariño que necesitaba que poco a poco se fue recuperando. Durante su época de tristeza conoció a su perro Moisés, al que logró salvar cuando estaba a punto de matarlo. Este pequeño cachorro, le devolvió toda la alegría que le faltaba, y se recuperó. Al recuperarse, Don Alonso, le enseño a leer y a escribir. Era un hombre frío y nunca paraba sonriendo, por miedo a fracasar en su trabajo. Durante su tiempo de aprendizaje conoció a Manuelillo y Ana. Ella era una niña que siempre paraba enferma, en cambio Manuelillo era pura vivacidad.

Pasaron los años y Nicolasillo fue a vivir al Palacio. Se había convertido en un perfecto criado de los Reyes. Aprendió con facilidad el español. Durante su vida en palacio, conoció a una joven muchacha con la que hizo una gran amistad, Maribárbola. Ella vivía en España, pero era alemana. Tenía fama de desagradable, pero era una muchacha buena y bondadosa. Gracias a ella pudo conocer a Velázquez.

Pasó unos días y el rey le pidió a Velázquez que el pequeño Nicolasillo debería salir en su cuadro, por ello, éste fue a vivir a casa de Velázques. Durante su estancia ahí, conoció a Doña Juana Pacheco, Nerval y Juan Pareja. Al principio con Doña Juana, no tenían muy buena relación pero poco a poco fue cambiando. En cambio con Juan Pareja, hubo una buena relación nada más llegar. Y con Nerval, era algo extraño, ya que su personalidad era diabólica. Durante los tres meses que se encontró ahí, vivió varios momentos escalofriantes respecto al cuadro. Velázquez guardaba un gran secreto que solo él sabía. Pasaron los tres meses y Velázquez terminó el cuadro, pero en ese momento, Nicolás había vuelto al palacio.

Pasaron los meses y Velázquez antes de morir por una grave enfermedad, le pidió que le ayudara a salvar su alma pintándole sobre el pecho de Velázquez en el cuadro, la cruz de Santiago, debido a que había vendido su alma a Nerval para poder terminar el cuadro. Después de su muerte, su mujer Juana Pacheco, también murió.

Pasó un tiempo, tras la muerte de ambos, y decidió casarse con Maribárbola. Un 2 de Septiembre de 1665, se celebró la boda en palacio. Tuvo un hijo, llamado Nicolás II.

En el año, 1706 murió por una enfermedad desconocida, dejando huérfano de padre a su hijo, que se quedo a los cuidado de viuda esposa, Maribárbola.