sábado, 26 de abril de 2014

Luis Mary

          Luis María Ruiz Díaz (nacido en Madrid el 19 de Mayo del 1917) fue un hombre normal, con un oficio selecto. Realmente, no tenía ningún sobrenombre. Esto se debía a su carácter, un poco mal humorado, haciendo que sus amigos no se atreviesen a ponerle mote. Tenía una gran familia que la formaban: sus padres, Samuel Ruiz y María Elena Díaz De los santos, además de su hermano menor y su hermana mayor, Borja y María. Estaba casado con Carolina Orue y no tenían hijos.

          De niño era muy travieso y avispado. Cogía la materia que daba en su colegio al instante pero siempre prefirió irse a jugar y hacer trastadas antes de ponerse a estudiar. Ya en la escuela, sus amigos y él formaron un pequeño grupo. Lo constituían: Manuel G. Urbina, Luis Zatopo, Rubén Alcofrás y Teresa de Luque (la hija del maestro). Eran muy aventureros y les gustaba resolver los misterios. Una de las anécdotas que le ocurrió al pequeño grupo fue muy peculiar. A un chico se le perdió la chocolatina en el colegio y este grupo se ofreció a buscar pistas y encontrar al culpable. Unas horas más tardes, llegaron a la conclusión de que la chocolatina estaba bajo la mesa del maestro, pero si usaban el sentido común esto no podía ser. Al día siguiente, el conserje le entregó al niño su chocolatina. Al parecer, estaba en una madriguera de un ratón. El chiquillo, muy listo, la tiró.

          Ya en la carrera se ubicó en ciencias, específicamente para trabajar como científico en alguna empresa privada. Conoció a Laura Quipo, una muchacha muy buena estudiante, con la que estuvo saliendo unos 9 meses. Tiempo después, se rompió esta relación ya que Luis María empezó a salir con otra chica.

          Cuando terminó su carrera empezó a trabajar en una farmacia y posterior mente se quedó en paro. Ahí empezó con la mala vida y fue cuando su aspecto empezó a degenerarse. En sus facciones empezaron a salir arrugas y ojeras. Terminó frecuentando antros donde bebía y se drogaba en callejones sin salida. Una noche pudo ver a una mujer saliendo de un restaurante, se llamaba Carolina, con la que estuvo filtreando durante un mes. A ese tiempo se casaron. Esta mujer era doctora así que le encontró trabajo en la empresa en la que trabajaba. Luis intentó dejar sus vicios pero esto no ayudo a mejorar su aspecto.

          Trabajando en su empresa empezó a sospechar sobre ésta y de nuevo volvió a los tiempos de su infancia donde jugaba a ser detective con sus amigos, pero esta vez la cosa era más complicada que una simple chocolatina. Implicó a su amigo Manolo G. Urbina, que para poder mofarse de este le llamaba Manolo Ge. Tras mucho investigar, llegaron a la situación de perseguir a un hombre hasta la cima de una montaña.

          No se supo nada más de él hasta meses después, cuando se encontró su cadáver. Según la autopsia murió ahorcado un 29 de Marzo del 1953 con 36 años. Nadie, salvo su amigo Manolo G. y su esposa, fueron a su funeral.     

         

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